viernes, 9 de marzo de 2012

La metáfora del amar.

El teatro es la representación más cercana del vivir mundano. Lleno de paradojas, confrontaciones, vicios, momentos elevados y descensos. La diferencia entre estos es la metáfora. Ciertamente si la vida es una acción continua, que conlleva a una actuación, el teatro es entonces la representación de éstas, enriquecido por el lenguaje. Y muchos más si está dotado del germen barroquista, como en Shakespeare, donde si se ama es con la expresión máxima del amor, y si se aborrece es desde la cúspide del odio, que pesa lo que una libra de carne humana, y si no preguntémosle a Shylock.